domingo, 29 de noviembre de 2015

MAS DE CIEN DIAS DE GRACIA.



Hasta ahora, es habitual otorgar cien días de gracia a los nuevos gobernantes, y a sus equipos , por aquello de acostumbrarse, o como se dice por esta bendita tierra, “asentarse” en sus puestos;   una norma no escrita pero  hasta ahora respetada, siguiendo el veredicto de las urnas, y concediendo un tiempo a los nuevos ediles y presidentes de corporaciones, para que inicien sus labores, como gestores municipales con normalidad; unas veces, continuando la labor emprendida por sus antecesores; otras propiciando un giro en el funcionamiento municipal, acorde con sus ideas, ideologías, o como quieran llamarlo.
    En Candelaria, con más de ciento cincuenta días  gastados,  más de  cincuenta, de los simpáticos  cien concedidos, el andar de los nuevos ediles, y de los antiguos reelegidos, se puede calificar de errante, dubitativo e incluso sorprendentemente confuso para la ciudadanía local. Para los repetidores, más de lo mismo, pero con la mosca, avispa, o abejón molesto detrás de la oreja, mirando de reojo al socio de gobierno; este, receloso, y temeroso de aquellos que tienen más rodaje en esto de la política, se dedica a negar aquello que llevaban en su pasada carrera electoral, por aquello de que hay que ceder por el bien común, o por el bien de sus bolsillos, que parece va a ser esto último.
Y empezó la simpática andadura política con  una serie de plenos extraordinarios. El primero, para aprobar el proyecto de la piscina cubierta de Candelaria, una obra, según el gobierno, demandada, ansiada y prácticamente, si los dejan seguir vender sus cualidades, ya casi acabada. Meses después, la gran piscina, aun no ha empezado a construirse, pues no cuadraban sobre el plano, los metros destinados al baño  con la cantidad de metros de galerías comerciales; vamos, que al final, la gran obra, no pasaba de ser un jacuzzi, eso sí, de gran tamaño, rodeado de gimnasios, peluquerías, tiendas, etc.etc. En suelo público. 

 Una piscina cubierta, en un municipio costero con varios kilómetros de litoral, y con playas, a día de hoy, aptas para el baño, salvo algún vertido de aguas fecales (cosa que en Candelaria nunca ha pasado) pero en lamentable situación. Lo que era un proyecto de macro playa, paradisiaca, con servicios acordes a la población local, y a los miles de visitantes, se convirtió en unos charcos, con unos contenedores de obra, ya oxidados, como referentes de servicio de vigilancia y chiringuito de playa. Válgame Dios… Es como si el famoso Grey y sus sombras, del que tanto hablan las señoras con asombro, y los señores con desconocimiento, se viniera a vivir en nuestro municipio; y  viendo nuestras afamadas playas, se pasaría a llamar Goyo y sus 50 sombrillas; y se dedicara a vender higos picos entre los bañistas, y alquilar tumbonas y  las famosas sombrillas por doquier.
 
 
El segundo pleno extraordinario fue para tratar varios puntos pero quizás más importantes para los ediles; ¿cuanto vamos a cobrar?; ¿Cuántas horas vamos a estar aquí?;¿Quién es mi compi?;¿Cuánto cobrará mi persona de confianza?, y cositas como esas, que si bien, para el ciudadano de a pie, no nos parecen tan importantes como para celebrar el pleno extraordinario, para nuestros ediles, son de vital importancia, ya que no pueden quedarse sin cobrar estos días, antes de fin de mes. Y  visto lo visto, cobrar van a cobrar, según explicaron algunos en el pleno, porque son políticos profesionales. Sí señor, políticos PROFESIONALES. Ya ven, y yo que pensaba que a eso de la política, uno se presentaba voluntario, a servir a los demás según las diferentes ideologías. Que equivocado estoy.
    Es que una cosa es cobrar un sueldo acorde, y otra, subirse el sueldo, sabiendo cómo está la situación en el municipio. Sin olvidar,  que los que ahora cogobiernan, hace poco criticaban los sueldos de los que entonces gobernaban. Pero así están los sueldos, y la democracia triunfo en las elecciones. No nos quejemos ni los ciudadanos por los sueldos que cobran, ni los ediles si los llamamos concejales, y no por su nombre, ya que si prefieren que les llamen por sus nombres, dejen de practicar esa moda un poco ridícula de sacarte fotos con el móvil, cada diez minutos, en el trabajo, dentro del ayuntamiento, diciendo que han tenido un día duro, que ya han inundado las redes sociales con sus selfies laborales, ya sabemos que son concejales, y los ciudadanos deducimos lo que trabaja o no trabaja cada uno.
 
   Todo iba bien. Días de calma, de ver cómo funcionan las cosas, como me adapto al cargo, cual es mi teléfono, cual mi tarjeta de gastos, quien me saluda, quien no; en fin cositas como esas. En lo plenamente político, el resumen de estos días bien podría ser este:
    Pasamos de “en esta legislatura acabaremos con la central de Unelco” a otro anuncio mas del Gobierno sobre la subestación de las Caletillas y su permanencia; de obra demandada por la ciudadanía del” proyecto de accesos al mar, solárium y zona de baño en el Muelle” a playa cerrada por vertido de aguas fecales, en la misma zona, que curiosamente ahora reconocen que no está catalogada como playa, como ya le comentaron en su momento la oposición y los pescadores  y algún colectivo más.
   Creamos rápidamente un parking en la plaza de la basílica, y mientras estamos en el pleno, lo van pintando; una semana después, se cierra el parking, se borran las marcas pintadas, se paga la pintura, o mejor, que la abone el pueblo y hablo con el cabildo, a ver si no me amenaza tanto, que fue un error de novato de mi compi de gobierno, el de CC que se adelanto, (aunque la idea fue mía). Ya hable con él, y no lo vuelve a hacer más.  Rescato el proyecto de la Plaza de la Basílica, con parking subterráneo, y si me dicen que no insisto; que es más caro, insisto, que no se puede hacer, insisto, que se inunda, insisto. Otra obra grandiosa, que presumiblemente, se alargara, en el tiempo.
  
Derroche de gracia y simpatía, es la que se ha destinado, desde el consistorio, a Bajo la Cuesta, en peligro, según informes, por riesgo inminente de  desprendimientos, ya que desde quince días antes de las elecciones, se conocía el informe, pero no se actuó en periodo electoral,( se puede adivinar el motivo) y a día de hoy, siguen en la misma situación; han alarmado a los vecinos, con amenazas de desalojo, con desprendimientos inmediatos; pero solucionar el problema, buscar  fecha de inicio y finalización de estas obras, en todos estos días, no han tenido , ni la más mínima intención de hacerlo. Malditos días de gracia.
   En Agosto, mes de las fiestas. De Celebración. De estar, nuestra mandataria, nerviosa, ansiosa por ser, la primera alcaldesa… Uff, que nervios…Y zasss... Nos la imputan. A ella, a su antecesor en el cargo, y a sus antiguos compis, que tendrán que ir todos a declarar por orden de la fiscalía, por algo relacionado con el número de cargos o asesores o personal de confianza. Me pregunto, ¿para qué tenemos un secretario municipal en al Ayuntamiento, funcionario que vela por la legalidad de las acciones del consistorio, cuando sus recomendaciones, no son tomadas en consideración?
 
 
Causa enorme gracia, ver los anuncios esperados de la segunda fase de la rehabilitación de  Antón Guanche, cuando los errores, desidia, y desinterés mostrado en las obras de la anterior fase realizada, son notables y visibles.

Del CTCAn que decir. Lo fue anunciado, y anunciado y vuelto a anunciar, como ·”nicho de empresas” se ha quedado, en eso, en un nicho. Obra inacabada, subvención devuelta, intereses, dinero público gastado, se anuncia gran inauguración, no se celebra... Tiene gracia la cosa.

Se prometen obras en el suministro de agua potable, la gran demandada depuradora comarcal, los emisarios, cuando la simpática realidad, es que existe un déficit enorme, en inversión y en obras en estas, tanto, que parece, que  en la legislatura anterior, lo único que se tratara de estos temas, fuera la renovación del contrato con la empresa concesionaria. Y mientras, agua potable, de baja calidad, averías, y cortes no programados, son motivo de “enorme alegría” para los ciudadanos.
Noches de apagones; cuando no es en Igueste, es en la Avenida. Hoy toca Cuevecitas, mañana… a saber. Y cuando esto afecta a negocios, a bares y cafeterías, a los pescadores, a los vecinos en general, pues es motivo…. ¿de gracia?
   Pues con todo esto, se puede decir, que poco ha cambiado. Que mucho tienen que hacer, en vez de andar por esos pasillos consistoriales, móvil en la mano, sacándose selfies hasta con las moscas.
 
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Muy bueno, es decir más y más de lo mismo. Lo único que por perras anda la perrita

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