La noticia apareció el domingo 29 de noviembre. Un cadáver en el hotel abandonado de las Caletillas.
No queremos comentar, ni reprochar, ni hacer política de asuntos como este.
Ni colocaremos imágenes.
Solo invitamos a reflexionar.
No
somos capaces de hacer un análisis a fondo de cómo se puede llegar a vivir en
condiciones infrahumanas, en ese total abandono; imaginamos que habrá causas variadas: adicciones,
enfermedad, soledad, demencia, pobreza, ... pero lo cierto es que hay
situaciones que, nos guste o no, han entrado a formar parte del paisaje, y no
son ni gratas, ni buenas ni prescindibles, es decir, no podemos hacer como si
no existieran. Y es que, en ocasiones vamos por la calle, por la vida demasiado
deprisa, sin mirar al lado o haciendo como si no vemos, metidos en nuestros
problemas y atribuyendo a otros la función de arreglar los de los demás.
Con frecuencia se escucha que quien está en la calle es porque quiere o porque se lo ha buscado, pero no es excusa suficiente; por un lado, ¿quiénes somos nosotros para juzgar quien se merece caer en desgracia y quien no?, por otro, a muchos nos consta que hay personas que solamente están en desamparo por la fatalidad y la desdicha. Muchos de estas personas que contemplamos en calles, plazas y mercados son personas con enfermedades cuya familia o no existe, o no les quiere cuidar, o no puede hacerlo, es incapaz de controlarlos; son situaciones que ponen de manifiesto que en esta sociedad, en este mundo civilizado siguen existiendo lagunas, continúan habiendo vacíos legales y, sobre todo, ausencia de medios materiales adecuados para subsanar determinadas carencias.
Nos parece, que de vez en cuando necesitamos volver sobre nuestros pasos y mirar tanto a los demás como a nuestro interior, así descubriremos muchas, quizás demasiadas cosas pendientes de hacer.
TRABAJEMOS JUNTOS, TODA LA SOCIEDAD, PARA BUSCAR SOLUCIONES.
VECINOSX CANDELARIA.
La verdad es la verdad, venga de donde venga. Y este artículo es buena muestra de ello.
ResponderEliminarAlgunos se han "acostumbrado " a convivir con esta situación, pero créanme que yo no puedo.
Me resisto a pensar que esta situación sea "normal", me cuesta mucho pensar que no podamos quitar un "poquito" de aquí y otro de allá para hacer estas personas tengan una vida digna. Alimentación, techo, asistencia sanitaria, escolarización. Es una obligación de la "sociedad del bienestar" a través de sus estamentos y del resto de los ciudadanos; que estas personas no sigan sufriendo esta situación. Mañana podríamos ser nosotros mismos los que necesitáramos esa verdadera solidaridad, o alguna persona muy allegada a nosotros.
Llegan fechas en las que palabras como amor, paz y solidaridad están en bocas de muchos: hagamos que nuestros hechos respalden nuestras palabras.
Un saludo para todo pero más entrañable para ellos.
Juan Gutiérrez
La verdad es la verdad, venga de donde venga. Y este artículo es buena muestra de ello.
ResponderEliminarAlgunos se han "acostumbrado " a convivir con esta situación, pero créanme que yo no puedo.
Me resisto a pensar que esta situación sea "normal", me cuesta mucho pensar que no podamos quitar un "poquito" de aquí y otro de allá para hacer estas personas tengan una vida digna. Alimentación, techo, asistencia sanitaria, escolarización. Es una obligación de la "sociedad del bienestar" a través de sus estamentos y del resto de los ciudadanos; que estas personas no sigan sufriendo esta situación. Mañana podríamos ser nosotros mismos los que necesitáramos esa verdadera solidaridad, o alguna persona muy allegada a nosotros.
Llegan fechas en las que palabras como amor, paz y solidaridad están en bocas de muchos: hagamos que nuestros hechos respalden nuestras palabras.
Un saludo para todo pero más entrañable para ellos.
Juan Gutiérrez