Cuando se
acercan las elecciones crece el afán de los equipos de gobierno por inaugurar
lo que sea y sobre todo, como sea. Seguramente piensan que, atribuyéndose la
gestión de determinadas obras públicas, podrán ayudar en los resultados de las
elecciones que tenemos a la vuelta de la esquina
Y no crean,
que estamos en oposición de las obras; al contrario, mejorar, planificar, y
buscar soluciones a los problemas de los vecinos, es de obligado cumplimiento
para nosotros, pero por lo menos, como mínimo, terminen bien las obras, o por
lo menos, acábenlas antes de sacarse la
foto de rigor, que para eso último, ya tendrán tiempo.
En el caso
que nos ocupa, La concejalía de Obras y Servicios ha sustituido recientemente la
barandilla de protección que se encuentra junto a las esculturas de los
Guanches. Una actuación que ha supuesto una inversión de casi 10.000 euros y
que ha permitido sustituir la barandilla existente por otra de acero inoxidable.
Estupendo. Era necesario; pero que prisas
por sacar la foto cuando aún quedan tramos por terminar.
La realidad es
esa. Quedan tramos por acabar, y la obra no está finalizada, salvo en eso del
face, o del tuiti o instagrr…
Existe en el
mundillo del arte, una frase;”lo inacabado es elevado a arte”; es
posible. Al arte de la publicidad engañosa. Pero, aunque a algunos de ustedes
se les llame artistas, vuestro talento no se encuentra en ese mundillo bohemio,
mundano, y creativo. No; vuestro talento es otro. El de publicitar obras
inacabadas, el de anunciar proyectos faraónicos.
Lo inacabado es
elevado a arte, de la publicidad política, de las prisas, y de la dejadez.
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