sábado, 12 de noviembre de 2016

PÉRDIDA DE CONFIANZA.

No es para asombrarse. 
Se la han ganado a pulso. Son claramente merecedores del recelo, la falta de transparencia y la total improvisación, en los acontecimientos recientes del desalojo de las familias de Bajo la Cuesta.

    Deberían, ustedes, ponerse en el lugar de esas familias, algunas con un techo actual, propio o prestado; de alquiler momentáneo o de plástico y tela, dentro de una tienda de campaña. Deberían estar en su mente, en su piel, durante pocos minutos, y así saber lo que significa ser desalojado, por los motivos que sean, para que ustedes, sepan la gravedad de su improvisación e ineficacia.

   Para nuestros vecinos, el desalojo forzoso, consiste en despojarlos de su casa contra su voluntad, (ya que sin garantías, sin viviendas temporales, y algunas sin ayudas, es imposible salir de tu casa), de un modo atribuible directamente a la administración local, el ayuntamiento. Esto implica la supresión efectiva de la posibilidad de que una persona o un grupo vivan en su  casa, residencia o lugar, y el traslado  temporal asistido (en el caso del reasentamiento, que aún hoy, esta por realizarse.) de las personas o grupos desalojados a otro lugar. ESTO NO SE HA CUMPLIDO. 


Sólo hay que ir a la entrada de Bajo la Cuesta y se pueden ver las familias, en tiendas de campaña, en coches, pernoctando a escasos metros, de las que son sus viviendas.

No podemos tener vuestra confianza, cuando todos los desalojos forzosos se planean, se formulan y, se notifican con anterioridad. En el caso de Bajo la Cuesta, desde el 2010, hasta el 2016, tiempo de sobra, para planificar, prever, buscar viviendas de alquiler, y así, no añadir, más problemas a los vecinos.


 Recuerden ustedes, que la constante amenaza o el hecho de ser desalojado por la fuerza de su casa es sin duda una de las mayores injusticias que pueden cometerse contra una persona, una familia, un hogar o una comunidad, aunque tengan todos los ajustes legales, administrativos y demás que quieran otorgarle


Pero lo que es cierto, es que ustedes, no tienen la confianza de estos vecinos, porque desde el 2010, llevan recordándoles, notificándoles, este desalojo, 6 años, y las acciones, proyectos, previsiones y requerimientos, que ustedes, como miembros del gobierno local, tendrían que hacer, simplemente lo olvidaron, los dejaron caducar, o simplemente, lo alargaron en el tiempo, con las graves consecuencias que están padeciendo los vecinos.

No pueden tener la confianza de aquellos, a los que han vulnerado sus derechos.

La inseguridad permanente de quienes temen ser víctimas de un desalojo, durante 6 años,  así como el recurso de los cuerpos de seguridad del estado, para desalojar,  a quienes manifestaron reiteradamente, que no se negaban al desalojo, sólo querían condiciones, que ustedes, grupo de gobierno, desoyeron, ignoraron.. incluso negaron, revelan el trauma particular y colectivo que se produce siempre ante la posibilidad de un desalojo forzoso.

 Nadie pide ser desalojado.


No es, ni ético, ni incluso, políticamente correcto. No merecen su confianza.

No tiene nuestra confianza, el concejal de urbanismo, que reconoció en el último pleno, su incapacidad ante un problema como este. No sólo no es capaz de solucionar, tramitar, y velar por el cumplimiento de los expedientes a su cargo, sino que además causa daño, alargando aún más este proceso.


 De  nada vale, su melodramática y ensayada puesta de su cargo a disposición de la alcaldesa, su reconocimiento del error, si no actúa en consecuencia a sus actos. Lo mejor que puede hacer,  es acercarse a los vecinos que están acampados, y poner su cargo, su dimisión  ante ellos. Ya verá usted, que , recibe una respuesta más clara, y rápida, que la que ellos han recibido de su parte.

   En idéntica situación de desconfianza, la edil de asuntos sociales, permanece callada, inmune a los problemas de vivienda de estos vecinos. Es imposible, dar una ayuda para el alquiler de una vivienda temporal, que otorgue un techo a estas personas, si sabemos, que no hay viviendas para alquilar. No podemos, dar el dinero para alquilar, cuando no existen alquileres. Y lo peor del tema, es que sabedora de este tema, se mantiene impasible, duerme en su casa, y posiblemente hasta tranquila.

   Es inaudito, que saque a personas del hotel, donde ustedes le alojaron, temporalmente, para buscarles una vivienda, y sacarlos de allí, en otro cuasi-desalojo, cuando aún tenían un día más de alojamiento previsto. Los condenó a la tienda de campaña, un día antes, sabedora, que el recinto hotelero, tiene disponibilidad de habitaciones a día de hoy y mantiene a los vecinos en la calle.
No podemos mantenerle la confianza.



Y hablando de confianza; quien nos defendería ante Costas, en la anterior y en la actual legislatura, y ni siquiera ha realizado la defensa legal, descrita en Ley de Protección y Uso Sostenible del Litoral y de Modificación de la Ley de Costas, en sus disposiciones, para desafectar la zona; quien conocía, todo este proceso desde el 2010, desde sus inicios; quien no actuó de urgencia, al decretar el desalojo, agilizando los tramites, y sobre todo las obras, con inicio y finalización de las mismas; quien es conocedora de la situación actual, y es responsable de las acciones y omisiones de los ediles del grupo de gobierno; quien es responsable final de toda esta sucesión de despropósitos,  no puede tener nuestra confianza.

La confianza, no la tienen. 
Las atribuciones, ¿hasta cuándo?

En sus manos….      

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